Día Mundial de la Televisión: el eco de las historias que nos acompañan

La televisión ha cambiado mil veces de rostro. Pasó de los muebles de madera con antena a las pantallas que caben en la palma de la mano. De los grandes eventos familiares a las historias que cada uno ve en soledad. Y aun así, algo sigue igual: la televisión continúa siendo un espejo de nuestras emociones.

También informa, entretiene y conecta.

Nos cuenta lo que ocurre en el mundo, nos da compañía cuando la casa está en silencio, y nos regala momentos que, sin darnos cuenta, se quedan grabados en la memoria colectiva.

He crecido entre programas, informativos, series, concursos y películas. Todos, a su manera, formaron parte de mi educación emocional. A veces pienso que el cine me enseñó a soñar, pero la televisión me enseñó a mirar la vida.

Como guionista y creadora, sigo creyendo que detrás de cada formato —un telediario, una serie o un programa de humor— hay algo que nos une: el deseo de contar historias. Historias que nos hagan sentir, entender, reír o recordar quiénes fuimos antes de cambiar de canal.

A quienes escriben, producen, dirigen, interpretan y hacen posible cada emisión, gracias.
Porque aunque los tiempos cambien, y las pantallas también, la emoción sigue siendo el alma de la televisión.

🌙 Marian Lorenzo
🎬 Guionista y creadora de ficción para cine y televisión

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